Descubre cuatro comportamientos que destruyen la pareja
Se han realizado investigaciones con parejas que tratan de dar una explicación a porqué algunas relaciones perviven durante años mientras otras se rompen dejando, muchas veces, un gran dolor detrás.
Una de esas investigaciones ha logrado encontrar cuatro formas de comportarnos con nuestra pareja que, cuando se combinan, provocan una ruptura segura de la relación. Bueno, tan segura como que los resultados que encontraron les permitieron predecir con un 95% de acierto en qué parejas se iba a producir la ruptura.
Tal es el deterioro que produce en la relación comportarse de tal manera que llevó a los investigadores a llamar a estas conductas “los cuatro jinetes del Apocalipsis”. Estos son los comportamientos que destruyen la pareja:
1. Despreciar. Sí, ya lo sé. Es evidente que no se puede convivir durante mucho tiempo al lado de alguien que te demuestra su desprecio. La cuestión está en que no siempre se detecta el desprecio y puede permanecer escondido bajo una capa de enfado o de molestia con la pareja.
Despreciar puede haberse convertido en una forma inadecuada de mostrar a la otra persona mi desacuerdo con ella. Es más propio de quienes son incapaces de comprender que rechazar una idea no es rechazar a la persona en su totalidad. Por eso, cuando discrepan muestran su disconformidad en forma de desprecio. Desprecian el comportamiento o las ideas de la pareja en lugar de tratar de comprenderlas o rebatirlas.
2. Criticar. Sin duda, hay quien es un “aguililla” para captar al vuelo las dificultades o los problemas que pueden surgir ante cualquier situación. Son el tipo de persona que siempre se pone en modo “radar” para que no se le escape nada de lo negativo que pueda aparecer. Necesitan tener todo bajo control, y para ello tienen que anticiparse poniéndose en lo peor. Como si por ponerse en lo peor, una vez que suceda eso que temen, fuera a doler menos.
Ante cualquier intercambio con la pareja tienden a poner de relieve lo negativo y sus anticipaciones de una gran lista de problemas. No suelen colaborar ni felicitar por los logros alcanzados ya que para ellos siempre hay un pero, una parte negativa, pase lo que pase. ¡Hasta en las mejores noticias temen lo peor!
3. Obstruir. El patrón del obstruccionismo suele presentarse más frecuentemente en los hombres. No quiere decir que no haya mujeres que obstruyen el flujo de la comunicación, sino que es un comportamiento que se ha observado principalmente en ellos. Igual te estás preguntando que qué es esto de “obstruir el flujo de la conversación”? Piensa en esos momento en los que se está empezando a debatir en pareja sobre un desacuerdo y, de pronto, sin saber muy bien por qué, uno de los dos (que suele ser el hombre) dice algo así como: dejemos este tema…, Se acabó la conversación…, Esto ya o hemos hablado… ¿Te suena?
Es una forma de obstruir la comunicación con la otra parte. Un miembro de la pareja se queda sin poder expresar lo que siente u opina sobre un tema porque la otra parte lo ha decidido así.
4. Mantener una actitud defensiva. Cuando siento la necesidad de defenderme de algo, está claro que ése algo lo he vivido como un ataque hacia mí persona, mis gustos, mi familia, mis pertenencias… ¿Significa eso que no me tengo que defender de los ataques? ¿Debo mirar hacia otro lado cuando me ofenden?
La verdad es que no. La actitud defensiva se entiende más bien como la reacción de defensa cuando no ha habido un ataque previo. Ocurre frecuentemente cuando las personas han vivido en el pasado situaciones en las que han sido atacadas u ofendidas y viven como “gato escaldado”. Lo cierto es que más veces de las que nos gustaría creer, reaccionamos a nuestra propia y equivocada interpretación de las intenciones de los demás. Vemos ataques y ofensas donde no los hay. Esta actitud defensiva lleva a tratar cualquier crítica que venga de la pareja como un ataque inadmisible y a responder con lo que vulgarmente conocemos como un “golpe bajo”, un corte o un “y tú más”…
Como ves, una vez más la investigación demuestra con datos lo que el sentido común nos hacía intuir. La parte positiva es que se puede cambiar. Si estás en una relación que deseas mantener y has detectado una combinación de estos cuatro comportamientos en la pareja, es el momento de hacer algo. Si no hacéis cambios, existe un 95% de posibilidades de que vuestra relación de pareja acabe destruida y vosotros emocionalmente arrasados.
[…] El sistema límbico está compuesto por una serie de estructuras cerebrales. Éstas se sitúan en la parte superior del tronco cerebral, por debajo de la corteza. Están fundamentalmente implicadas en el desarrollo de muchas de nuestras emociones y motivaciones. En particular, las relacionadas con la supervivencia como son el miedo, la ira y las emociones vinculadas con el comportamiento sexual. […]