Terapia Infantil en Haztúa

Los padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos. Pero hay ocasiones en las que no sabemos muy bien cómo enfrentarnos a las situaciones que se nos presentan:

  • Nuestro hijo (o hija) parece demasiado tímido

  • No es capaz de concentrarse en las tareas escolares
  • Consigue desesperarnos con sus “pataletas” y berrinches
  • No atiende a los profesores y pega a sus compañeros
  • No le puedo dejar con nadie porque llora todo el tiempo

  • Está triste o dice que todo le sale mal (baja autoestima)
  • Ha tenido un cambio brusco en su manera de comportarse

En estas situaciones, o cuando muestren actitudes poco habituales durante varias semanas, es buena idea consultar con una persona experta que nos indique si lo que ocurre es normal o es aconsejable hacer una valoración del o la menor.

Cuando buscar ayuda profesional

No siempre es fácil pedir ayuda, y más si se trata de nuestros hijos e hijas. Es normal tener reparos a que se ponga en duda nuestra capacidad como padres. Pedir ayuda, es una demostración de madurez. La Psicología tiene como principio no juzgar, ya que eso no ayuda a aliviar el malestar. El camino para trabajar con las familias es comprender y apoyar para poner en funcionamiento dinámicas más sanas y beneficiosas.

Pero, ¿cómo puedo saber si es el momento de buscar ayuda? Hay algunas pautas que pueden indicar que es momento de consultar con un profesional.

Tiene dificultades para aceptar las normas de la familia. Se rebela contra ellas y se enfada continuamente cuando se le pide que haga alguna tarea de la casa. Sólo esta tranquilo cuando nadie le dice lo que tiene que hacer.

Está continuamente implicado en peleas: con sus hermanos, con los compañeros del colegio, con otros niños… Los profesores le llaman continuamente la atención porque molesta a los demás y no permite seguir el ritmo de la clase.

La familia atraviesa por un momento crítico: pérdida del trabajo, mudanza de vivienda, cambio de escuela, muerte de un familiar o alguien allegado, una enfermedad grave, separación de su pareja… y está afectando negativamente al comportamiento.

Considera que su hijo (o hija) es excesivamente inquieto y se siente desbordado como padre (madre) y acaba utilizando el castigo físico o emocional aunque sabe que eso no funciona.
  • No tiene amigos y/o se lleva mal con los compañeros del colegio.
  • Ultimamente se muestra excesivamente inquieto/a sin motivo aparente.
  • Está deprimido/a o le comunica que no le gusta vivir.
  • No sabe definir cuál es el problema pero intuye que algo no va bien…

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