Lo que nunca te han contado sobre el embarazo y la maternidad

La maternidad te influye y te remueve tanto por dentro como por fuera. Es algo que por un lado has deseado muchísimo, pero que por otro te genera mucha incertidumbre y, por qué no decirlo, también miedos e inseguridades.

No hay nadie a quien deje indiferente. Tener un hijo supone una revolución a todos los niveles e implica que tu vida ya no va a ser la misma. Además, los medios de comunicación, la publicidad y las redes sociales suelen mostrar una cara poco realista e idealizada de la misma.

El embarazo se caracteriza por ser un período en el que se dan tanto cambios físicos, como psicológicos, emocionales y sociales. Veamos cuáles son.

Cambios que se producen durante el embarazo

De manera muy general, se producen los siguientes cambios a nivel físico:

Durante el primer trimestre del embarazo, los síntomas más frecuentes que podemos presentar son el cansancio, la somnolencia y náuseas o vómitos. Las mamás nos podemos sentir con la sensación de estar en “nuestro mundo”.

Ya en el segundo trimestre, hay un crecimiento importante de la tripa y se comienzan a sentir los movimientos del bebé.

Por último, en el tercer trimestre puede ser que te encuentres llena de vitalidad y plenitud, lo cual es normal, pero también puede ser que tengas mucha sensación de cansancio y molestias físicas que te dificulten, entre otras cosas, conciliar el sueño (esto también es normal).

¿Y qué pasa a nivel emocional durante el embarazo?

maternidad y embarazo

Los cambios emocionales en el embarazo son menos evidentes y, en ocasiones, no son contemplados por todos los profesionales. Por eso te los queremos mostrar para que los conozcas y, si en algún momento sientes que no eres capaz de abordarlos, puedas pedir ayuda a un profesional de la psicología.

Durante el embarazo estamos más sensibles, lo que facilita el desarrollo de una nueva identidad materna y nos prepara psicológicamente para ser madres. Estos cambios los podemos vivir como una oportunidad de crecimiento y maduración o pueden resultarte difíciles de gestionar.

Además, vivimos cambios en el estilo de vida que pueden ser fuente de estrés: en los hábitos alimenticios, en el patrón de sueño, en la relación de pareja, la sexualidad, el estatus laboral y en relación al ámbito social.

Frases sobre la maternidad y la conexión prenatal

En el proceso de embarazo y maternidad, es común que las futuras madres busquen inspiración y consuelo en frases que reflejen sus experiencias y emociones. Las «frases provida» a menudo resuenan con aquellas que valoran profundamente la vida que crece en su interior, mientras que las «frases de soledad en el embarazo» pueden ofrecer consuelo y comprensión durante los momentos más difíciles.

La conexión con el bebé comienza mucho antes del nacimiento. Hay un dicho que afirma «antes de que nacieras, ya te amaba«, capturando la esencia emocional de la conexión prenatal que muchas madres sienten. Estas «frases sobre la maternidad» pueden ser un faro de luz durante un período que, aunque hermoso, también puede estar lleno de incertidumbre y cambios.

Tres etapas durante el embarazo

Algunos autores hablan de tres etapas psíquicas durante el embarazo, que no coinciden necesariamente con los tres trimestres de embarazo (Lester y Norman, 1986; Pines, 1994):

  • Primera etapa: ambivalencia (desde la concepción hasta los 4 meses y medio, aproximadamente). Las mujeres nos preparamos mentalmente para los cambios y las responsabilidades que están por llegar y esto implica la aparición de sentimientos agradables sobre la llegada de un hijo, la preparación de su habitación, la creación de una familia. Pero también es frecuente que tengamos preocupaciones por nuestra propia salud y la de nuestra hija o hijo, vaivenes emocionales, dudas sobre la propia capacidad para cuidar a tu hijo, etc.
  • Segunda etapa: movimientos fetales (se extiende durante los tres o cuatro meses siguientes). Gracias a la identificación de estos movimientos somos capaces de reconocer que nuestro bebé tiene vida propia. Esto actúa como un estímulo a partir del cual las madres elaboramos fantasías, que vienen derivadas de la relación que tengamos o hayamos tenido con nuestra madre (Zeanah, Keener, y Anders,1986). Durante este período, podemos tener deseos de visitar a nuestra madre y en ocasiones hacerle preguntas sobre nuestra propia infancia.

También pueden aparecer una serie de fantasías llamadas representaciones maternas, que promueven el inicio del vínculo con tu bebé y se construyen sobre relaciones previas con el hijo que siempre hemos soñado.

Durante el embarazo, el cómo te imaginas a ti misma como madre, a tu bebé y la relación con tu madre evoluciona de manera que refleja tu historia. Esto tiene importantes implicaciones para el desarrollo cognitivo, emocional y social posterior del bebé, al asociarse directamente con la calidad de la relación madre-hijo y la sensibilidad para captar y responder a las manifestaciones de apego del bebé.

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  • Tercera etapa: hipersensibilidad (a cuatro/seis semanas del parto). Esta última etapa está marcada por la condición física (recuerda que puedes llegar a sentirte muy cansada e incómoda) y las fantasías en torno al parto y a la posibilidad de que algo pueda ir mal durante el mismo, por lo que podrías sentirte más ansiosa. Todo tu ser se está preparando para pasar de ser uno a ser dos, por lo que es frecuente que sientas miedo y preocupaciones continuas sobre el parto. Desaparecen las representaciones mentales y se produce la aceptación del bebé.

Los cambios sociales

Es habitual que se produzca un cambio importante en relación con tu pareja, pues tanto el papá como la mamá nos tenemos que adaptar a nuestro nuevo rol y a la situación de más sueño y cansancio.

Además, es frecuente la sensación de presión social por el modo de criar al bebé e incluso la vivencia de algún conflicto familiar y/o dentro de la propia pareja.

Se da también un cambio en las prioridades que pueden crearte confusión entre tu nueva identidad y rol de madre y las otras identidades y roles ideales. En este sentido, son habituales pensamientos como: “Antes era una profesional de éxito y ahora me paso el día cambiando pañales”.

También es muy frecuente que destinemos menos tiempo para cuidarnos a nosotras mismas, lo cual puede provocarnos sensación de malestar tanto a nosotras, como al padre y a nivel de pareja. Tanto es así que puede llevarnos a alejarnos del disfrute pleno de la maternidad/ paternidad.

Por otro lado, creemos necesario considerar el contexto social en el que se produce la maternidad, pues ahora se vive en soledad, mientras que antes era una labor compartida con la familia. Es frecuente que los adultos tengamos expectativas poco realistas sobre el bebé: qué es, qué necesita, lo que le puede suceder, su comportamiento…

Y también es una realidad que existe poco apoyo político y social, ya que, por ejemplo, las bajas maternales no coinciden con los 6 meses de lactancia exclusiva que recomienda la OMS.

Como te decíamos al principio de este artículo, no pretendemos preocuparte con el mismo, solo que conozcas, de manera resumida, lo que nos sucede por dentro y por fuera en el embarazo y la maternidad para que, si no sabes cómo gestionarlo, puedas pedir ayuda.

En el equipo Haztúa contamos con profesionales con amplia experiencia con quienes puedes contactar para que te ayudemos a vivir tu embarazo y tu maternidad de la manera más llevadera posible.

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Isabel Mateo
Isabel MateoPsicóloga en prácticas
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