¿Qué es la oniomanía o adicción a las compras?

BlackFriday, CyberMonday, compras de Navidad, rebajas de enero, día sin IVA…

Vivimos en una sociedad de consumo que llega a su cima durante estos meses con una temporada de compras a la que es difícil resistirse. Más aún si tenemos en cuenta las campañas de marketing agresivo que se ponen en marcha y la cantidad de oferta disponible. Estas circunstancias, unidas a la actual situación de pandemia en la que las compras por internet se han disparado, hacen que muchas personas se expongan a la compra compulsiva y descontrolada.

Pero ¿cómo unas compras excesivas y no meditadas se convierten en una adicción? Veámoslo.

Oniomanía o adicción a las compras

Oniomanía procede del griego onios (lo que está en venta) y manía (locura), y aunque parezca un problema actual, el término fue acuñado en el siglo XIX por los psiquiatras Emil Kraepelin y Eugene Bleuler.

La oniomanía, o adicción a las compras, es una adicción comportamental o adicción sin sustancia. Es decir, una adicción en la que no es una sustancia tóxica lo que se consume. Podemos definirla como el deseo irrefrenable por comprar sin que la persona sea capaz de controlar el impulso, comprando de forma continua, durante largos periodos de tiempo y, generalmente, sin reconocer que tiene un problema.

Es más frecuente en mujeres aunque poco a poco esto va cambiando. Se calcula que un siete por ciento de la población española padece esta adicción. Pero lo más preocupante es que las cifras crecen sin parar, sobre todo, entre los más jóvenes.

¿Cuáles son las causas?

La adicción a las compras es multicausal, lo que significa que no existe una única causa del problema sino que hay diferentes causas que interactúan entre ellas.

Entre estas causas podemos encontrar:

  • Rasgos disfuncionales de personalidad.
  • Problemas de estrés y ansiedad.
  • Baja autoestima.
  • Problemas de socialización.
  • Intento por cubrir carencias afectivas o sensación de vacío en su vida.
  • Obsesión por la apariencia física.
  • Baja tolerancia a la frustración.
  • Cultura materialista y de consumo.
  • Vulnerabilidad ante valores que igualan dinero y lo material a felicidad y éxito.

En esta adicción entra en juego, además, la aceptación social de la actividad y la facilidad de acceso a la misma, facilidad que se ha multiplicado con el comercio por internet. La red proporciona a la persona la oportunidad de comprar a cualquier hora del día, cualquier cosa y en cualquier lugar, haciéndolo desde el anonimato y utilizando medios de pago que generan gastos más fáciles de encubrir, pero más difíciles de manejar.

oniomanía

Los síntomas

¿Cómo saber si padezco este problema?, ¿cómo detectarlo en una persona cercana? En algo tan común y extendido como es comprar puede ser difícil identificar dónde acaba el comportamiento normal y dónde empieza el patológico.

Las compras se transforman en un problema cuando ya no cubren una necesidad real o dejan de ser algo lúdico. Se convierten en una adicción cuando la persona pierde el control y siente cada vez más malestar por no poder comprar, lo que la empuja a seguir comprando para disminuir ese malestar. Así se genera un círculo vicioso del que es difícil salir y que conduce a problemas más graves.

Reconocer los síntomas nos puede ayudar a detectarlo:

  • Deseo intenso e irrefrenable por comprar. Puede sufrir ansiedad por consumir.
  • Falta de autocontrol. No es capaz de controlar la conducta adictiva, no puede evitar, detener la compra o dedicarle menos dinero.
  • En el momento de la compra siente emociones intensas, placenteras, de satisfacción e incluso sensación de alivio.
  • Compra bajo cualquier estado anímico (tristeza, alegría, ansiedad…).
  • Tras realizar la compra siente insatisfacción, sentimientos de  vacío, culpabilidad y arrepentimiento. También pueden aparecer ira y rencor. En este momento la persona puede hacer el propósito de no volver a repetir la conducta.
  • Sufre malestar cuando no puede llevar a cabo la compra o adquirir lo que desea. Esto produce ansiedad, nerviosismo, cambios de humor, impaciencia e irritabilidad.
  • Compra cosas que no necesita y que en poco tiempo pierden su interés.
  • La conducta va afectando progresivamente a todas las facetas de la vida de la persona y llega a ocupar un lugar predominante entre sus acciones.
  • Existen consecuencias negativas: problemas económicos, académicos, laborales, familiares, sufrimiento personal y familiar.

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Las Consecuencias

Aunque los adictos a las compras pueden intentar ocultar su adicción y las compras realizadas, el problema va creciendo hasta que se vuelve evidente para su círculo más cercano.

Las consecuencias de esta adicción pueden llegar a ser demoledoras en el plano económico y en el familiar. Las personas con este problema pueden llegar a gastar grandes cantidades de dinero en productos que no necesitan. Pueden, por ejemplo, entrar a una tienda de electrodomésticos y comprar cinco lavadoras. Cuando la compulsión por comprar crece van generando deudas: aumento del saldo en las tarjetas de crédito, petición de préstamos a familiares, amigos y compañeros. Difícilmente podrán devolver esas deudas, lo que puede llevarles a graves problemas económicos, legales, de convivencia familiar, divorcios, separaciones, pérdida de amistades…

¿Se puede tratar la adicción a las compras?

Sí, esta adicción, como cualquier otra, se puede tratar. Y como en las otras, el primer paso es reconocer que se tiene un problema. El segundo paso es tener una motivación real para afrontar el problema y el deseo de cambiar. Además, es fundamental para el proceso contar con la colaboración y el apoyo del entorno más cercano. El tratamiento psicológico es primordial para la recuperación: técnicas para adquirir el control de impulsos, estrategias de regulación emocional y psicoeducación, son centrales en la terapia.

Una vez detectado el problema es muy importante tratarlo cuanto antes para evitar que se haga más grave y para que no genere otros trastornos como ansiedad, depresión, otras adicciones, etc.

El objetivo final del tratamiento es que la persona aprenda a comprar de una manera sana, pues es algo que va a tener que seguir haciendo durante el resto de su vida.

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Minerva García Lázaro
Minerva García Lázaro Psicóloga en prácticas