¿Es emoción o es sentimiento?

¡Qué emoción! ¡Vaya sensación más intensa! ¡Qué cúmulo de emociones! … Seguro que conoces alguna otra expresión similar que pueda continuar a las anteriores. Y es que, nuestro día a día está repleto de un amplio abanico de emociones y sentimientos. Pero ¿sabrías definir qué es una emoción? ¿y un sentimiento? Puede que te resulte una tarea compleja puesto que con frecuencia las utilizamos indiferentemente.

¿Cuál es la diferencia?

Las emociones son las primeras reacciones, breves e intensas, que experimentamos ante un estímulo, bien sea externo o interno. Nos preparan para la acción y vamos a poder medirlas. La alegría, la tristeza, el miedo y la ira son cuatro ejemplos incluidos en nuestro repertorio de emociones, iguales para cada uno de nosotros. ¡Importante! Saber gestionar las emociones será la herramienta fundamental para que no suframos. 

A las interpretaciones que cada uno de nosotros realizamos sobre lo que nos ocurre, lo denominaremos sentimiento. Son menos intensos y tienen una mayor duración. Ejemplo de ello son la euforia, el odio y el amor. Los pensamientos juegan un papel importante en nuestros sentimientos: cuanto más rumiemos sobre lo ocurrido, nuestra conducta tenderá a ser menos adaptativa y más prolongada en el tiempo.

Ejemplo sobre emociones y sentimientos

Para entender mejor la diferencia, pongamos un ejemplo.

Imagínate que mientras trabajas, el supervisor del departamento te dice que la dirección quiere hablar contigo. El jefe te comunica que debido a una reducción de la plantilla, a partir de ahora ya no contarán contigo. Han decidido despedirte. Te invade un gran miedo y enfado; se tratará de la emoción. Tras analizar la situación, donde tus pensamientos entrarán en juego, una gran serie de cuestiones te vendrán a la mente: ¿Por qué yo? ¡Algo habré hecho mal! ¿Y ahora qué? ¡No sirvo para este trabajo! … experimentando a su vez incertidumbre y culpa. Estas dos últimas reacciones serían los sentimientos.

Gestión emocional

Conocer y gestionar nuestras emociones agradables y desagradables, nos permite mantener el equilibrio y enfrentarnos a la toma de decisiones. Para ello, será fundamental:

1. Conocer la curva que genera las emociones: el curso que siguen desde que empezamos a sentirlas hasta que desaparecen.
2. Aprender a identificar, nombrar y aceptar la emoción.

Todos tenemos un mismo baúl lleno de emociones, pero la mochila de experiencias que cada uno lleva en la espalda son las que nos hacen ser únicos, sentir diferente. ¿Verdad que todo esto de las sensaciones es ¡EMOCIONANTE!?