Quiero contaros una historia de alguien muy especial. De una persona que nos enseña cada día a los que estamos cerca de él que generar felicidad es realmente sencillo. Él es el mi vecino y cuñado, el «ti Paco». Así es como le llamamos cariñosamente en nuestra familia. Conozco a pocas personas que, como él, sean capaces de arrancarte una sonrisa de las situaciones más sencillas; porque siempre, siempre, siempre, está pensando en los demás. Lo mismo te deja en el buzón una adivinanza con la promesa de invitar al Parque de Atracciones a quien la acierte, como te regala un sello con un smiley porque pensó en ti cuando lo vio.
Su forma de ser feliz, compartirlo y cómo generar felicidad
Como le ha pasado a muchas personas Paco se quedó, hace unos años, sin su empleo fijo de toda la vida y le pilló con una edad difícil para recolocarse. Pero en lugar de venirse abajo se formó, hizo cursos y prácticas con las que iba consiguiendo algunos ingresos. Y nunca perdió la esperanza. Ahora, como le suele ocurrir a las personas que piensan en los demás, un conocido ha pensado en él y le ha contratado con previsión de que sea para muuuuucho tiempo… Y Paco nos ha hecho felices a todos con su felicidad. ¡¡Mira cómo lo ha celebrado!! Cuando salgo de casa, veo su particular agradecimiento por tener trabajo y me hace sentir un subidón para todo el día. Y me recuerda lo importante que es agradecer y compartir las alegrías. A veces, generar felicidad en los demás es sólo cuestión de compartir la propia felicidad. ¡¡Gracias «ti Paco» por ser como eres!!
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