Contenidos
¿Qué es la ansiedad, problema o síntoma?
¿Cuántas veces habéis escuchado la palabra ansiedad? ¿Sabemos lo que realmente significa esta palabra? ¿La ansiedad nace sola o subyace de algún problema que no sabemos gestionar? Vamos a intentar responder a éstas y otras cuestiones en este artículo.
Empecemos por saber qué es
La ansiedad es una emoción común que nace cuando ocurren ciertas situaciones en nuestro entorno. Está percibida como una emoción negativa, desagradable y nociva para el ser humano, lo cierto es que es una emoción tan necesaria como todas. El problema está en la gestión que nosotros hacemos sobre ella.
Ahora, ¿la ansiedad de donde nace? Muchas personas cuando vienen a consulta hablan de este fenómeno. La principal demanda que se escucha en las salas de un psicólogo es: “tengo ansiedad”. Y desde que empecé como terapeuta me pregunto: ¿Es la ansiedad el problema, o todas las situaciones que ocurren en tu entorno provocan esta ansiedad?
¿Qué provoca la ansiedad?
La ansiedad no ocurre por si sola, por lo tanto, cuando se habla de esta emoción, no es más que un cúmulo de situaciones y circunstancias que no se saben gestionar y por ende se manifiesta en forma de ansiedad.
Nuestro cerebro manda señales al resto del cuerpo para mandar el mensaje de que algo no está ocurriendo de forma correcta. Este mensaje lleva explícito los síntomas ansiosos que ya conocemos, por ejemplo: taquicardia, sudoración, dolores de cabeza, migrañas, etc.
Cuando una persona ha sufrido un episodio fuerte de ansiedad, es una forma de manifestar que no se puede más, que existen hechos y circunstancias que nos están desbordando.
Por lo tanto, esta “señal” nos indica que algo no esta funcionando bien, que debemos de cambiar algún aspecto.
¿De dónde surge la ansiedad?
Ante una amenaza o un peligro, todo nuestro cuerpo se activa. El cerebro segrega ciertas sustancias que son buenas para nosotros, ya que nos activan y nos permiten enfrentarnos a situaciones, por ejemplo: una entrevista, un examen importante, etc.
Si esta amenaza es constante, y sufrimos por ello, nuestro cerebro segrega la misma sustancia y nos mantiene alerta de una forma perseverante.
Esta continua amenaza nos posiciona en estar continuamente pensando en el futuro, quitándonos en cierto modo la calidad que nos puede ofrecer el presente.
El cerebro no sabe distinguir entre una amenaza real de una imaginaria.
Situaciones que la activan
Muchas veces nos pasamos el día pensando en preocupaciones que no van a ocurrir, en vez de pensar en soluciones, tenemos la tendencia a pensar en miles de probabilidades, que mayoritariamente no ocurren.
Las situaciones más destacables por las que podemos padecer de ansiedad son las situaciones laborables, familiares, de pareja, relaciones sociales, etc
¿Qué hago si siento frecuentemente ansiedad?
Una de las primeras pautas es pedir ayuda, en mucha situaciones nos quedamos con este estado para nosotros y quedarse así es una forma de retroalimentar la emoción.
Es por ello por lo que se recomienda ir a un especialista que sepa cómo tratar este tema y ayude a la persona a encontrar su cauce y autorregularse para que la ansiedad no sea recurrente o produzca malestar en la persona.
Otros artículos que te gustará leer
Cómo ayudar en un ataque de ansiedad
Recomendaciones para afrontar la ansiedad en adultos provocada
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.