¿Se puede morir de amor? Síndrome Tako-Tsubo
El amor es una de las partes que se integra en la vida de todos y cada uno de nosotros y que, a su vez, resulta tan difícil definir. Algunos creen ser felices cuando lo tienen, mientras que otros pasan su vida entera buscándolo tras solo encontrar decepciones.
En la mayoría de las ocasiones es la propia poesía o literatura la que nos idealiza el concepto de amor y desamor. Numerosas veces hemos leído historias de desamores que acaban en trágicos finales como el suicidio o morir de pena por amor. Pero ¿es realmente esto posible? ¿Se puede morir de amor? La ciencia ha dado una respuesta clara a estas peguntas tan idealizadas.
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Morir de amor o el Síndrome del corazón roto
El Síndrome del corazón roto, también conocido como Síndrome Tako-Tsubo, se trata de una miocardiopatía aguda reversible que es capaz de producir los mismos síntomas que un infarto agudo de miocardio, por lo que muchas de las personas que lo padecen, llegan al hospital confundiéndolo con un ataque cardíaco. La diferencia es que, en el caso del síndrome del corazón roto, no existe obstrucción en las arterias del corazón.
Los síntomas de la aparición de este síndrome son dolor de pecho, la falta de aire, sudoración fría, palpitaciones, mareos o incluso pérdidas de conocimiento.
Situaciones que te hacen enfermar de amor
Las causas de esta alteración del corazón se relacionan con momentos de alta intensidad de tristeza, angustia o distrés. El distrés se trata de un tipo de estrés más severo y desadaptativo que hace referencia a un malestar emocional muy fuerte y que, en ocasiones, va acompañado de síntomas físicos. Este tipo de malestar se puede dar tras una ruptura dolorosa de pareja, procesos de separación, de duelo o incluso en conflictos intensos.
En estas situaciones, el cuerpo reacciona de una forma exagerada liberando una fuerte descarga de catecolaminas, como la adrenalina, a una velocidad exagerada que hacen que el corazón se deforme, se debilite y pierda fuerza.
Esta patología requiere de atención médica, aunque el paciente suele recuperarse completamente sin secuelas en unas semanas.
¿Quién lo sufre?
Morir de amor resulta más bien algo infrecuente. Este síndrome tiene una tasa de mortalidad muy baja, de entre un 1% y un 3%, aunque el porcentaje de complicaciones es del 19% respecto al infarto agudo de miocardio.
Algunos datos sorprendentes son que no está relacionado a unos malos hábitos de vida y que suele darse más en los meses de primavera o verano.
El síndrome Tako-Tsubo aparece con más frecuencia en mujeres (80% de los casos) mayores de 50 años que ya han pasado la menopausia.
Otros factores de riesgo son tener antecedentes de un trastorno neurológico o trastorno psiquiátrico.
Combatir el estrés para no “morir de amor”
Para poder hacer frente al estrés severo, es importante adquirir estrategias que nos ayuden a reaccionar ante las situaciones que lo provocan. Así, podremos prevenir consecuencias físicas tan graves que puedan llevar incluso a la muerte.
Posibles estrategias:
- Poner el foco en la realidad. En situaciones complicadas o estresantes, es muy común distorsionar la situación. Esto nos hace pensar que no valemos, que todo lo hacemos mal y que esa situación será más fuerte que nosotros mismos. Por esa razón, debemos cambiar esos pensamientos por otros más reales y constructivos, ampliando el foco de visión de las soluciones y resaltando nuestras fortalezas.
- Movilizar el apoyo social. Nos ayuda a sentirnos comprendidos y a desconectar.
- Ejercicio físico para liberar hormonas ligadas al estrés.
- Buena dieta y descanso
- Encontrar algo en la rutina que sirva como actividad de control. Te ayuda a sentirte bien y útil. Puede ser el recibimiento de tu mascota o una ducha al final del día.
En definitiva, ¿podemos morir de amor?…
El amor es y seguirá siendo una causa de sufrimiento del ser humano, necesaria para el crecimiento personal y vital. La respuesta es cómo gestionas tú ese amor y, sobre todo, cómo afrontas cuando el amor se acaba. Morir de amor, por lo tanto, resulta bastante improbable, pero, ante todo, posible.
Para saber más…
García, M. J. G. (2012). Manejo del estrés. Innovación y Cualificación.
Jiménez, S. R., & Valle, J. S. L. (2012). Cardiomiopatía de Takotsubo, el gran imitador del infarto agudo del miocardio. Revista CES Medicina, 26(1), 107-120.
Melissa, S. R., Laura, U. M., & Lázaro, A. P. (2021, December). Síndrome del Corazón Roto. In aniversariocimeq2021.
Seijas, C. L., Villena, H., Rodríguez, C. S., & Donoso, C. V. (2014). Corazón roto. ¿cuál es la causa?. Galicia Clínica, 75(4), 198-200.
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