En este artículo vamos a hacer un análisis de todas las opciones gratuitas que se nos ofrecen en el caso de necesitar terapia psicológica o farmacológica.
En la actualidad, este tipo de terapias están cubiertas por los recursos que nos da la Seguridad Social, sin embargo, nos encontramos con muchas personas que necesitan una atención más especializada y continuada en el tiempo, algo que es de difícil acceso debido a la gran cantidad de pacientes que tienen que atender los profesionales de las Instituciones públicas, por lo que, a veces, estas opciones no llegan a cubrir por completo las necesidades del paciente. Muchos de ellos terminan abandonando el tratamiento pues no les resulta útil.
Otras opciones con las que las familias con dificultad para acceder a asistencia psicológica pueden contar son asociaciones que, de manera gratuita nos ofrecen apoyo a través de servicios telefónicos así como algunos centros culturales que ofrecen sesiones de terapia a aquellos que la solicitan. Otra opción a tener en cuenta son aquellos centros que ofrecen descuentos.
Hoy vamos a informar acerca de una opción que a menudo suele pasar desapercibida, el seguro escolar. Pero, ¿en qué consiste este seguro?
Se trata del seguro escolar que pagamos cuando estamos matriculados en el colegio, instituto o universidad. Como sabrás, en España, los estudiantes españoles y extranjeros residentes legales cada vez que se matriculan en un curso deben abonar una cuota anual obligatoria de 1,12 Euros que les proporciona una serie de beneficios económicos y médicos. Este seguro cubre a personas de edades comprendidas desde los 14 hasta los 28 años que estén cursando estudios oficiales, abarcando desde 3º de la ESO hasta el final del 3º ciclo universitario, es decir, 3º de carrera. La mayor parte de la población entiende este seguro como un recurso que, mediante prestaciones sanitarias o económicas cubre accidentes escolares, infortunios familiares así como enfermedades del alumnado.
Nosotros vamos a hablar de este recurso desde otro punto de vista en el que no se suele hacer hincapié, pues no solo cubre la salud física de los estudiantes sino que también nos proporciona recursos relacionados con la salud mental, ya sea neuropsiquiatría, internamiento, psicoterapia, hospital de día y psiquiatría, entre otros.
¿Cuáles son los requisitos?
Para poder acceder a estos, nos piden unos requisitos:
- Pagar la cuota del seguro (1,12 Euros) al matricularnos en el curso.
- Que nuestra edad esté comprendida entre los 14 y 28 años.
- Estar cursando estudios que estén incluidos en el seguro, es decir, desde 3º ESO hasta 3º de carrera.
- Acreditar que hemos pagado 1 año de seguro, debemos demostrar que por lo menos hemos estado matriculados un año en las instituciones donde se ofrece este seguro, siendo estas colegios, institutos o universidades. Este es un requisito que no se pide a los alumnos de educación especial, que hayan cursado el año anterior en el extranjero o cuyo curso anterior fuese 2º ESO.
- Que no se trate de una preexistencia, es decir, que se haya diagnosticado antes de disponer del seguro (antes de los 12 años).
- En ocasiones el seguro presenta problemas relacionados con los trastornos del neurodesarrollo, aunque hay muchas familias que han podido beneficiarse de este recurso.
Vamos a extendernos en los dos últimos requisitos, pues son de especial importancia. Para que el seguro nos cubra cualquier problema relacionado con la salud mental, es importante que este no sea una preexistencia, lo que quiere decir, que no puede haber ocurrido en años anteriores a disponer de este. Consideraremos preexistencia a aquellos trastornos diagnosticados antes de los 14 años. Por ejemplo, si eres diagnosticado con el Trastorno del Espectro Autista (TEA) desde los 8 años, el seguro no se hará cargo de la atención psicológica.
Encontramos inconvenientes del seguro escolar respecto los trastornos del neurodesarrollo, identificando a estos como “un grupo de condiciones heterogéneas que se caracterizan por un retraso o alteración en la adquisición de habilidades en una variedad de dominios del desarrollo incluidos el motor, el social, el lenguaje y la cognición” (Thapar, Cooper y Rutter, 2016).
Algunos trastornos del neurodesarrollo que recoge el DSM-V, actual manual usado por el campo de la Psicología, son:
- Trastornos específicos del aprendizaje, como son la dislexia y la disgrafía.
- Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
- Trastorno del Espectro Autista (TEA),
- Trastornos específicos del lenguaje, como la dislalia y la distemia.
- Retraso global en el desarrollo o una Discapacidad Intelectual no especificada.
- Trastornos relacionados con la comunicación, como el Trastorno de la Comprensión o el Trastorno de la Expresión.
Hay algunas ocasiones en las que el Seguro Escolar excluirá estos trastornos aún sin haber sido diagnosticados en la infancia, esto se debe a que los Trastornos que conforman el Neurodesarrollo suelen manifestarse a edades tempranas, con un comienzo habitual en la infancia y los afectados suelen manifestar déficits puntuales que no les impiden poder tener una vida funcional y plena. Sabemos que este será el caso de muchas familias interesadas en el artículo, sin embargo, creemos que hay una gran variedad de familias que presentan otro tipo de trastornos que podrán utilizar este recurso en beneficio y gozar de una atención psicológica especializada.
¿Cómo tramitar el seguro escolar?
Según la página oficial de la Seguridad Social, los documentos a presentar deben ser los siguientes:
- El Modelo de solicitud de prestación del Seguro Escolar. (Aquí lo encontrarás Modelo Seguro Escolar).
- Documentación personal y específica de cada prestación que se indica en el modelo de la solicitud.
Una vez tengas estos documentos, deberás tramitarlos en cualquiera de los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS). El reconocimiento del derecho corresponde al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Es importante recalcar que, excepto accidente escolar o urgencias médicas, dichas prestaciones sanitarias deberán solicitarse previamente a la asistencia médica. Lo ideal es que podáis tramitar el seguro con información de vuestro profesional y que se os asesore en el proceso a través de los CAISS.
Una vez hecho esto, el seguro escolar nos brindará apoyo según la situación, en algunos casos, nos aportará una cantidad preestablecida de dinero al mes para poder pagarnos las sesiones o el tratamiento farmacológico necesario. Atendiendo a cada caso, habrá familias a las que les cubra solo una parte del tratamiento, pero sin duda nos otorgará una ayuda inmediata para poder abordar la terapia psicológica que requiramos.
Desde Haztúa Psicología Positiva esperamos que esta información os haya sido de ayuda.
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