Dudas y cuestiones que pueden surgir si queremos empezar un proceso terapéutico

A la hora de plantearse el comenzar una terapia psicológica, son muchas las dudas y los miedos que pueden surgir. Es un paso importante, y estas dudas pueden echarnos para atrás a pesar de necesitar ayuda.

Dada la situación que estamos viviendo, muchas personas han podido verse desbordadas y se han planteado la posibilidad de necesitar acudir al psicólogo.

Por eso, en este post, queremos resolver algunas de las dudas más comunes y animaros a dar el paso.

Cuando empezar el proceso terapéutico

La primera duda que nos puede surgir es cuándo debo empezar una terapia.

Los motivos por los que la gente acude a la consulta son muy variados.

Algunos pueden ser:

• Sentirse agobiado
• Tener mucho estrés
• No manejas tus emociones
• Sentir que estás pasando por una situación que no puedes manejar solo
• Sufrir ansiedad
• Tener problemas en tus relaciones
• Tener problemas en el trabajo
• Querer mejorar algún aspecto de tu vida

También es importante tener en cuenta que no es necesario encontrarse mal para acudir a un psicólogo, si quieres conocerte mejor y aumentar tu bienestar también es una buena oportunidad.

Cuanto antes comiences tu proceso terapéutico mejor, olvidémonos de que “el tiempo todo lo cura”, y abordemos los problemas antes de que empeoren o nos causen más daño. ¿Por qué alargar el sufrimiento?

¿Es caro ir a terapia?

Mucha gente puede pensar que las tarifas de las sesiones de psicología son muy caras para una sola hora de trabajo.

Pero es una inversión en tu salud y tu bienestar, que merecerá la pena según vayas viendo los resultados, ¿qué mejor que invertir en mejorar lo que ahora mismo no te deja avanzar?

Hemos de tener en cuenta que el profesional no solo te dedicará esa hora, si no que tendrá que realizar trabajo fuera de ella, informándose, analizando tu caso, buscando las mejores herramientas para ti.

También existe la opción de acudir a terapia a través de la sanidad pública, en Salud Mental, pero la falta de profesionales hace complicada la atención, y las sesiones se distancian mucho en el tiempo. Es un inconveniente, ya que al principio es recomendable una frecuencia de una sesión a la semana.

Qué esperar de una primera sesión

¿Cómo va a ser? ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué tengo que contarle? ¿Qué me dirá?

Todas estas dudas son normales si nunca hemos acudido a una consulta psicológica.

En la primera sesión el/la profesional te explicará como funciona todo, puedes preguntarle tus dudas y seguro que las resuelve encantado. Te explicará que es tu espacio y que puedes expresarte libremente, nunca se te juzgará, y tu psicólogo/a te acompañará y te dotará de las herramientas necesarias.

Además, esta primera sesión se dedica al motivo de consulta, lo que te ha llevado hasta allí.

Podrás contarle tu situación y te hará una serie de preguntas generales para conocer tu contexto de forma un poco más general.

Expectativas de la terapia

Las expectativas que tengamos acerca de cómo va a ser la terapia, como va a avanzar y cómo va a ser el trabajo son importantes. Unas expectativas poco realistas van a hacer que nos frustremos y van a dificultar nuestro proceso.

Por eso es importante tener en cuenta que:

La terapia no es un proceso rápido, seguramente no comenzaremos a ver resultados hasta pasado un tiempo de empezar, y es normal, cambiar hábitos, pensamientos y formas de comportarse lleva su tiempo.

Por lo tanto, no debemos esperar que el psicólogo/a nos diga en la primera sesión el número de sesiones que nos harán falta.

No es un proceso lineal, hay subidas y bajadas, momentos en los que avanzaremos más deprisa y otros en los que creeremos que “vamos para atrás”. Esto es porque se avanza en forma de pico de sierra, y también es el proceso normal.

Jugaremos un papel activo en nuestro proceso, el profesional nos dará las herramientas, pero somos nosotros los que debemos ponerlas en marcha. El trabajo no acaba cuando salimos del despacho después de una sesión, ahí empieza, cuando lo ponemos en práctica.