Deja de procrastinar: 7 consejos para NO dejar para mañana lo que tienes que hacer hoy

Postergadores

Seguramente, en algún momento de nuestra vida, todos nos hemos visto en aquella situación en donde posponemos o evadimos lo que tenemos que hacer y en su lugar ocupamos y llenamos ese tiempo haciendo cosas que definitivamente no son tan urgentes.

Para algunas personas resultada fácil empezar una tarea de principio a fin como ir de punto A a punto B. Pero para los postergadores vamos de punto A, pasamos por el D, al Z, regresamos al B, C y de nuevo a punto A como iniciamos. Todo ese camino en zigzag y de regreso tres veces.

Pero la verdad es que no hemos hecho más que quemar el tiempo en vez de ponernos con ello.

Y es qué es lógico que nos guste más ver una buena peli en Netflix que dedicar 3 horas a hacer un informe de 10 páginas. Pero sabemos que tenemos que hacerlo para conseguir aquella meta que nos hemos propuesto como un título, un puesto de trabajo o lo que sea, por muy pequeño que parezca como salir a caminar 20 min al día.

El club de la procrastinación

Si te has identificado con estos escenarios, pués bienvenido al club de la procrastinación o de los postergadores, pero ¿y qué es procrastinar?

La RAE lo describe como diferir o aplazar. Es decir, posponer o aplazar tareas, deberes y responsabilidades por otras actividades que nos resultan más gratificantes pero que son irrelevantes.

procrastinar

Sin duda posponer esa tarea, se asemeja a una conducta de evitación. Nos incómoda lo que tenemos que hacer por lo tanto me ocupo haciendo algo más. Este sentimiento de “falsa seguridad” nos atrapa en un círculo vicioso.

Después de todo, en la mayoría de los casos, el estrés de último momento nos hará hacerlo. Y sabemos que aunque tal vez tuvimos que desvelarnos toda la noche para terminarlo igualmente lo conseguiremos.

7 consejos para saber cómo dejar de postergar

Es por eso por lo que hoy te presento 7 consejos para saber cómo dejar de postergar y hacer lo que tienes que hacer hoy.

Da el primer paso

Lo más difícil es empezar, inicia con algo sencillo pero hazlo, si es algo que has estado evitando y le has dado muchas vueltas como ordenar todo tu armario empieza por guardar una camiseta, verás que sin darte cuenta alcanzas mucho más.

Con los pies en la tierra

Muchas veces tendemos a procrastinar ya que, lo que tenemos por delante resulta aterrador (por ejemplo empezar y terminar el trabajo de fin de grado en un fin de semana). Ponte plazos realistas, que sean alcanzables.  

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Una cita con tu tarea

Quédate a solas con lo que tienes que hacer, elimina las distracciones, deja el móvil lejos, ocupa un lugar adecuado para trabajar donde puedas evitar la tentación de dejar de realizarlo. Desactiva las notificaciones, dale la importancia como si fuera tu cita especial del día.

Reajusta tu lenguaje interno

Como te refieres a esa tarea puede ayudar o empeorar tu actitud para realizarla o no. Haz la tarea verbalmente más agradable, o minimiza su magnitud. Por ejemplo: “que afortunada soy de poder estudiar y prepararme”, ó ¡son sólo unos cuantos platos por lavar!

Divide y conquistarás

Una tarea grande puede ser intimidante por ende nos hace que la evitemos. Si tu meta es “ir al gimnasio todos los días” puedes dividirlo en pequeños objetivos por ejemplo: 1. ponerme ropa deportiva, 2. subirme al coche 3. conducir hasta el gym, etc.

Proyéctate

Imagínate a tu futuro Yo, feliz y satisfecho cuando hayas logrado lo que te propusiste. De la misma manera puedes imaginarte lo mal que te sentirías si no terminas ó peor aún, no alcanzarás tu meta.

El premio gordo

Motívate, ofrécete a ti mismo una buena recompensa para cuando finalices o cumplas tu objetivo. Saber que cuando termine de llenar el informe que esta pendiente hace días podré salir con las amigas de fiesta, ó después de terminar ese gran trabajo que ha tomado meses, me compraré ese reloj que tanto quiero.

Un mal hábito

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No importa como lo llamemos, posponer, evitar o procrastinar, este mal hábito puede representar una dificultad a la hora de ser productivos y conseguir lo que queremos.

Sin embargo, no todo está perdido. De nada sirve lamentarnos porque sufrimos de este mal, y no hacer nada al respecto. Los hábitos no son estáticos ni incorregibles, los podemos reaprender y modificar. Genial, ¿no?

Así que, ¡ánimo! La sastifacción de haberlo cumplido será mucho más grande que todas esas horas pérdidas evitando no hacerlo.

Y si ya lo has intentado todo y crees que necesitas ayuda para sobreponerlo, no dudes en buscar un profesional, el equipo de Haztúa estará encantado de ayudarte.

Andrea Valdivieso
Andrea ValdiviesoPsicóloga en prácticas