El efecto mascarilla

Las mascarillas se han convertido en un imprescindible más de nuestras vidas y sabemos los inconvenientes que nos ocasiona su uso en el día a día. Sin embargo, ¿realmente somos conscientes de cómo están cambiando nuestra forma de percibir a los demás?

Todos estamos deseando poder deshacernos de las mascarillas cuanto antes pero, puede que estas ganas de perderlas de vista desaparezcan en muchos a partir de los resultados de un estudio elaborado por la universidad de Pensilvania titulado “Beauty and the mask”.

Estudio “Beauty and the mask”

mascarilla

Para este estudio se seleccionó una muestra compuesta por fotos de caras de diferentes hombres y mujeres. Posteriormente, se les añadió una mascarilla con el ordenador para simular como serían con medio rostro cubierto. Los participantes debían puntuar cada cara en una escala de 1 (muy poco atractivo) a 10 (muy atractivo). Se establecieron así tres categorías: “no atractivo”, “atractivo medio” y “atractivo”.

La investigación ha concluido que vemos más atractivas a las personas cuando llevan la mascarilla puesta. Concretamente el 71% de los rostros, tanto femeninos como masculinos, con media cara cubierta fueron percibidos como más guapos.

Además, este efecto es más prominente en aquellas personas que, sin llevar la mascarilla, son calificadas como “no atractivas”. Es decir, en general, a todos nos favorece la mascarilla pero, más aún a aquellas personas que son menos atractivas con la cara al descubierto.

¿Por qué se produce este efecto?

Seguramente te estarás preguntando cómo es posible y por qué se produce este efecto. Pero también es muy probable que incluso tú hayas experimentado esa sensación de confusión cuando has conocido la cara al descubierto de una persona a la cual solo habías visto con la mascarilla puesta. Generalmente nos sorprendemos porque pensamos que la persona va a ser mucho más guapa de lo que acaba siendo realmente.

La influencia de la simetría

Aunque aún no existe ninguna explicación determinante de por qué se produce este fenómeno, el estudio arroja una hipótesis relacionada con la percepción de la belleza y la simetría de las facciones.

A lo largo de la historia, la simetría se ha considerado un factor muy importante en la percepción de la belleza, ya sea de una obra de arte o de un rostro humano.

La simetría aporta armonía y en la percepción humana se relaciona incluso con una mejor salud. Siguiendo esta explicación, la parte superior de la cara suele ser más simétrica que la inferior ya que donde más variaciones encontramos es en la nariz, la boca y el mentón. Esto provoca que, a partir de ver únicamente los ojos, sea más probable que alguien nos parezca atractivo.

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Principio de cierre de la Gestalt

Además, siguiendo el principio de cierre de la Psicología de la Gestalt, nuestra mente tiende a rellenar aquellos huecos en los que nos falta información, como es en este caso la mitad inferior de la cara. Cuando completamos esta parte no lo hacemos de cualquier manera, sino que lo hacemos en base a nuestra experiencia y de la mejor manera posible. Hacerlo “de la mejor manera posible”, implica que acabemos imaginándola más atractiva de lo que probablemente sea en verdad.

Conocer esto puede ser una ventaja o un inconveniente según lo veamos. De cualquier manera, es importante tenerlo en cuenta porque todo apunta a que la mascarilla va a ser un complemento que nos va a acompañar bastante tiempo. Así, podremos prepararnos para no llevarnos tantas sorpresas.

La gente ve lo que quiere ver y lo que quiere ver no siempre es la verdad – Roberto Bolaño

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Silvia Pedreira Cabero
Silvia Pedreira CaberoPsicóloga en prácticas