Un espacio para la escucha en medio del caos

En estos momentos son múltiples los consejos y recomendaciones que estamos recibiendo sobre como tenemos que actuar, y como cuidarnos física y mentalmente. Me gustaría también recordar la importancia de encontrar espacios para la escucha. Espacios para escucharnos a nosotros mismos y escuchar a nuestros seres queridos. Escuchar como nos estamos sintiendo sin juzgar, ni criticar, ni querer dejar de sentir. Escuchar a las personas que están cerca de nosotros desde la empatía.

Cuando escuchamos a alguien en nuestra mente se pueden dar muchos procesos. Se puede activar la necesidad de ayudar o resolver la situación que nos está contando. Querer resolver y querer consolar son muy normales, sobre todo en momentos como el actual. También puedo sentir la necesidad de saber más y querer hacer una interrogatorio para entender cada detalle de la situación y personas involucradas.

¿Qué ocurre en tu mente cuando escuchas a alguien?

Lo primero que te propongo es que te pares a ver que pasa en tu mente cuando estás escuchando a alguien. ¿Se activan sentimientos de juicio y valoración?
¿Necesitas resolver y consolar? ¿O eres capaz simplemente de escuchar sin aconsejar, sin juzgar y sin criticar?

un lugar para la escucha

Empatía

Cuando escuchamos sin aconsejar, ni juzgar ni criticar estamos escuchando desde la empatía. La empatía es la capacidad para comprender los sentimientos que mueven el comportamiento de la otra persona, sin recurrir a la interpretación, es ponerse en la piel del otro sin caer en la identificación.

Referentes internos

Otro proceso que puede ocurrir está muy relacionado con la forma en qué interpretamos lo que nos cuentan. Cuando escuchamos, la mente empieza a buscar en su memoria sucesos de referencia internos que nos ayuden a entender mejor a la otra persona. Se trata de sucesos donde nos hemos podido sentir de forma similar a como se sintió la persona a la que estoy escuchando. Ante esta situación hay personas que no pueden contenerse y si su amigo les está contando que tuvieron un problema con el coche que les dejó tirados en la carretera, no se quedan tranquilos hasta que ellos cuentan el día que tuvieron una experiencia similar.

Este proceso de búsqueda de referentes internos puede jugar a nuestro favor o en nuestra contra. Jugará en nuestro favor si me ayuda a entender mejor los sentimientos de la otra persona. Por ejemplo, esto puede ser en el caso de haber vivido situaciones dolorosas de perdida que me ayuden a entender el dolor que puede estar sintiendo la otra persona que también ha perdido a un ser querido. Sin embargo, en otros momentos la experiencia personal de cada persona puede
tener matices muy diferentes. Ante esta situación que estamos viviendo, hay un componente común muy importante, así todo, la situación personal de cada uno es muy diferente.

te gusta lo que lees

Otro ejemplo. Yo puedo estar muy preocupada por el cuidado de mis mayores. Sin embargo, esto no significa que para todos esta sea la máxima preocupación. Otra persona puede estar realmente preocupada por su propia salud o por su situación económica, y un estudiante querrá terminar el curso de forma satisfactoria. Por tanto, es muy importante escuchar desde marco de referencia de la otra persona, y revisar si mis propios referentes internos, si mi propia vivencia de la situación, están distorsionando mi capacidad para escuchar y entender la experiencia de la otra persona.

Algunas actitudes recomendables a la hora de escuchar

No dar por hecho nada. Para ello puedes preguntar ¿cómo es la experiencia para tí?¿cómo te sientes? ¿qué estás necesitando en este momento?
Repite lo que has entendido y vuelve a escuchar. Las personas se siente más comprendidas cuando se les comprende en los sentimientos y emociones de la experiencia que están viviendo. No te quedes solo con los hechos que acontecen, atiende también a esos sentimientos y emociones.
Controla el impulso de interrumpir, terminar las frases o contar cómo es tu propia experiencia del asunto.
Permite que la persona a la que escuchas te corrija a medida que se expresa. A veces escuchar las propias palabras en boca de otro permite mantener la distancia necesaria para precisar y modificar el contenido.
Trata de evitar consolar, sustituye el consuelo por palabras de aceptación de la propia experiencia de la persona. Cuando alguien está viviendo una situación doloroso, el consuelo o decirle “no te preocupes” puede ser una forma de negar ese dolor. La persona a la que escucho se va a sentir mucho mejor si puedo reconocerle ese dolor, con frases como: “Claro, esto que está pasando es muy doloroso para tí”.
Si la persona necesita llorar, no te asustes. Quédate en silencio, acompáñala. Esto le va a ayudar a sentirse apoyada.
Los niños se expresan mejor con dibujos. Dejarles espacios para que dibujen libremente lo que necesiten expresar.

La escucha desde la empatía nos va a ayudar a encontrar espacios de conexión con nosotros y con nuestros seres queridos, nos va ayudar a sentirnos comprendidos, apoyados y acompañados. Y en consecuencia a vivir con más calma y tranquilidad.

Creando espacios de escucha

✓Escucha de forma empática sin juzgar, ni criticar, sin analizar, ni tratar de solucionar.
✓Crea el clima adecuado de comprensión, aceptación incondicional y respeto por su mundo interior de valores y creencias.
✓Acepta los silencios, aunque al principio pueda costar, son muy necesarios.
✓Usa la expresión corporal atenta y coherente con lo que están comunicando.
✓Encuentra la manera de que la otra persona sepa que le estás entendiendo:

• Repite lo que ha dicho, sin añadir comentarios.
• Recoge lo fundamental de la emoción que te comunica.
• Resume la esencia del mensaje si es largo.

✓Sí no te estás enterando de lo que te están contando, permite a la otra persona que te corrija para ir poco a poco acercándote a conocer su experiencia de la situación.

bono descuento haztua

Katerin Aguirre Hernández
Katerin Aguirre HernándezPsicóloga