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¿Por qué nos deprimimos?
¿Qué es la depresión?
La depresión se caracteriza por una serie de síntomas que afectan negativamente nuestra vida diaria y nos impiden realizar nuestros deberes diarios como quisiéramos hacerlo durante un periodo de unas semanas o más.
Cuando estamos pasando por una depresión nos sentimos tristes, infelices, cansados, con poca energía, con dolores físicos, problemas de sueño, cambios en el apetito, y muchas veces con ganas de morir. También, perdemos la capacidad de sentir placer por las cosas que suelen hacernos felices y nos sentimos desesperanzados hacia la vida.
Podemos decir que estamos pasando por una depresión cuando todos estos síntomas afectan negativamente nuestra vida social, laboral, o familiar.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), España es el cuarto país de Europa con más casos de depresión, y llega a afectar a más de 2 millones de personas. En primer lugar, se encuentra Alemania, seguido de Italia y Francia.
Investigación de Johann Hari
El periodista británico-suizo, Johann Hari, investigó las causas de la depresión recorriendo 60.000 kilómetros para conversar con pacientes y científicos de distintos campos. Luego de analizar la información dada por los científicos, descubrió que había mucha evidencia científica para afirmar que la depresión y la ansiedad son en su mayoría una consecuencia de problemas que tienen que ver con la forma en que vivimos hoy en día.
En su libro Conexiones perdidas, describe 9 causas que pueden conducirnos a una depresión.
¿Cuáles son las causas de la depresión?
A continuación tienes las causas de la depresión que encontró Johann Hari en su investigación:
Desconexión de un trabajo con significado
La primera causa es la desconexión de un trabajo con significado. Un síntoma común en la depresión es la desrealización, en la cual sientes que nada de lo que haces es real o auténtico. Existen estudios científicos que demuestran que las personas que tienen un puesto de trabajo en el que se sienten apasionadas y entusiastas sufren de menos depresión que aquellas que se encuentran sin energía, y sin pasión por su trabajo.
A través de estudios científicos se ha encontrado que el peor estrés de las personas no es hacer muchas cosas ni tener muchas responsabilidades, sino el hacer un trabajo monótono.
Desconexión de otras personas
La segunda causa es la desconexión de otras personas. Existe evidencia científica de que la soledad precede a la depresión y que está causando una cantidad significativa de depresión y ansiedad en nuestra sociedad. Las personas que más solas se sienten son las que tienen más probabilidades de desarrollar una depresión.
A través de estudios científicos se ha demostrado que estar solo es tan estresante como un dolor físico. Además, sentirse solo incrementa el ritmo cardiaco, aumenta el cortisol en la saliva, y aumenta las probabilidades de contraer enfermedades como cáncer, enfermedades del corazón y enfermedades respiratorias.
Desconexión de valores significativos
La tercera causa es la desconexión de valores significativos. Tener metas y aspiraciones solo materiales puede incrementar nuestros niveles de ansiedad y depresión. Asimismo, se ha demostrado que las personas que tienen solo aspiraciones materiales experimentan menos felicidad y más sufrimiento.
Traumas infantiles
La cuarta causa son los traumas infantiles, si hemos tenido traumas durante nuestra niñez, tenemos más tendencia a tener depresión en la adultez. Según muchos científicos y psicólogos, la depresión es una respuesta normal a las experiencias anormales o traumáticas en la vida.
Desconexión de un estatus y respeto
La quinta causa es la desconexión de un estatus y respeto. Hoy en día vivimos en una sociedad en la que la diferencia de estatus es más grande que en cualquier otra época.
Muchos estudios han demostrado que a mayor inequidad en la sociedad, mayor prevalencia de enfermedades mentales, y mientras más diferencias sociales existan, mayor es el índice de depresión en el país. Por lo que la depresión puede ser la respuesta a las circunstancias en las que vivimos.
Desconexión de la naturaleza
La sexta causa es la desconexión de la naturaleza. Los efectos psicológicos de estar lejos de la naturaleza se empezaron a estudiar hace poco. Se ha demostrado que las personas que se encuentran lejos de la naturaleza tienen más riesgo de que la depresión empeore.
Muchos científicos dicen que estar en la naturaleza hace que empieces a sentir que tú y tus preocupaciones son pequeñas, y el mundo es muy grande por lo que puede hacer que tus problemas sean percibidos como más manejables.
Desconexión de un futuro esperanzador y seguro
La séptima causa es la desconexión de un futuro esperanzador y seguro. Una de las sensaciones de la depresión es que el tiempo pasa muy lento y que no puedes ver más allá de unas pocas horas. Estudios en personas con depresión han mostrado que cuando les preguntas acerca de 5 o 10 años a futuro, se encuentran pérdidas.
Una visión de un futuro positivo nos protege porque nos da la sensación de que la vida es mala ahora pero no va a doler para siempre. Cuando el futuro no nos brinda esperanza, podemos llegar a sentir que el dolor nunca se va a ir.
Hoy en día, la sensación del futuro estable se está disolviendo porque muchas personas no contamos con un contrato de trabajo estable. En Estados Unidos, alrededor del 20% de personas no tiene un contrato de trabajo.
El papel de los genes y los cambios en el cerebro
La octava y novena causa radica en el papel de los genes y los cambios en el cerebro.
Con respecto a los cambios en el cerebro, muchos estudios han demostrado que el cerebro cambia cuando tenemos depresión o ansiedad, y de la misma manera cambia cuando no tenemos ansiedad o depresión. Es decir, el estrés que viene del mundo exterior y los cambios en el cerebro vienen juntos en la depresión.
Si pasamos por muchas situaciones negativas y dolorosas en nuestra vida nuestro cerebro empieza a asumir que el estado de dolor es aquel en el que tiene que sobrevivir desde ahora, por lo que empieza a fortalecer las sinapsis relacionadas al miedo y al dolor, y a debilitar aquellas relacionadas a darte alegría y placer.
Con respecto a los genes, Johann Hari encontró que muchas investigaciones llegaron a la conclusión de que los genes nos pueden hacer más vulnerables a tener una depresión pero no es la única causa.
El ambiente en el que vivimos influye igualmente. Es decir si dos personas pasan por las mismas situaciones dolorosas y una de ellas tiene antecedentes de familiares directos con depresión, aquella que no tiene familiares con depresión tendrá menos tendencia a tener depresión.
El doctor Rufus May, Un psicólogo británico, llegó a la conclusión que decirles a las personas que su estrés o tristeza se debe a una mala función en su cerebro tiene efectos negativos sobre la recuperación de una persona que padece depresión porque deja a la persona sin poder o control sobre su propia vida y nos da el mensaje de que nuestro estrés o malestar no tiene significado y sólo es un defecto en nosotros.
Qué hacer si tengo depresión
Por lo tanto, si estamos pasando por una depresión, es necesario analizar las causas que la están causando en las diferentes áreas de nuestra vida.
¿Nos sentimos satisfechos, apasionados y comprometidos con nuestro trabajo?
¿Mis conexiones con otras personas son significativas? ¿Me siento solo?
¿Las metas y aspiraciones que me he propuesto hasta ahora son solo extrínsecas o materiales? ¿Tengo metas y aspiraciones intrínsecas?
¿He pasado por situaciones traumáticas a lo largo de mi vida? ¿Necesito trabajar algunas situaciones del pasado que me están afectando actualmente?
¿Tengo la esperanza de que mi futuro va a ser mejor? ¿Qué puedo hacer para que en el futuro me sienta mejor?
Si quieres saber más
Johann Hari. (2018). Conexiones Pérdidas. Gran Bretaña: Bloomsbury Publishing.
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