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Nueva normalidad e incertidumbre
La situación de final de confinamiento
En estos días en los que parece que podemos ver la luz al final del confinamiento, el momento que estábamos esperando todos con ganas, parece que para muchos no llega con la sensación de alivio que esperaban. Más bien están experimentando sentimientos de inseguridad e incertidumbre, sobre todo lo que va a venir después.
Con el inicio del confinamiento, llegaron los sentimientos de ansiedad ante una situación desconocida, a la que nos hemos ido adaptando con diferentes estrategias como las rutinas y los horarios, la búsqueda de nuevas actividades, retomar proyectos, mantener unos horarios de sueño adecuados, evitar la sobreinformación… Pero llega el momento en el que hablamos de volver a la normalidad o, mejor dicho, a la “nueva normalidad”.
Incertidumbre y preocupaciones, ¿por qué?
Algunas preguntas que se nos pasan por la cabeza pueden ser ¿Qué pasará con mi trabajo? ¿Voy a mantener mi puesto? ¿Podrán volver mis hijos al colegio? ¿Cuándo será seguro reunirme con mis padres? ¿Habrá un repunte de la enfermedad?…
A las personas no nos gusta la incertidumbre, lo que no es predecible, biológicamente nuestro cerebro busca que el mundo sea predecible y controlable, porque así es como se siente cómodo y sabe como comportarse. Por eso vuelven a surgir esos sentimientos de inseguridad y ansiedad, porque es una situación extraña y que se escapa de nuestro control.
En esta situación la mayor parte de nuestras preocupaciones no corresponden a decisiones o situaciones que nosotros podemos controlar y están todas enfocadas al futuro. Son válidas, merecen atención, pero nos quitan mucha energía en nuestro día a día.
¿Qué podemos hacer?
Céntrate en el presente
Puede que pienses que es fácil decirlo, pero difícil hacerlo, conlleva práctica, pero mantenernos centrados en el presente e ir afrontando las dificultades según vengan ayuda a reducir los niveles de ansiedad. Puedes realizar una lista con las tareas de cada día o cada semana y planificarlas, intenta no planificar el futuro.
Identifica qué situaciones están bajo tu control y cuáles no
Si están bajo tu control propón todas las soluciones que se te vengan a la cabeza, valóralas, decide cuál pondrás en marcha y… ¡Hazlo! Si no está bajo nuestro control debemos aceptarlo, y esperar a poder tomar acción.
Busca apoyo emocional
Hay más gente de la que te imaginas que se siente igual que tú, apóyate en tu familia y amigos, comparte como te sientes.
Busca lo positivo en cada día
Muchas veces nos centramos tanto en lo negativo o lo que pueda pasar que nos olvidamos de que todos los días pasa algo bueno, detente a observarlo y agradécelo. Una sonrisa de tu pareja, el sol en la cara mientras paseas, tu hijo contándote una historia… ¡Busca y seguro que encuentras algo!
¡Hay profesionales para ayudarte!
Si te sientes desbordado con la situación y sin herramientas para hacerle frente siempre puedes buscar a un profesional que te ofrezca ayuda y acompañamiento durante este tiempo. Es bueno pedir ayuda cuando se necesita.
Desde nuestro equipo estaremos encantados de ayudarte si es necesario, ¡solo tienes que ponerte en contacto con nosotros!
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