Contenidos
Mi experiencia en terapia
Las personas somos producto de la interacción entre factores heredados y nuestro paso por la vida.
Más allá de los genes, nuestro pasado ha influido en nuestra forma subjetiva de afrontar una realidad que es objetiva, tanto para bien como para mal.
Reaccionamos como mejor sabemos, hacemos lo que podemos y probablemente vayamos funcionando medianamente bien sin necesidad de ayuda. Pero puede que la cuestión no sea si necesitas ayuda o no, sino si esta ayuda va a suponer una mejora en tu vida.
Objetivo: vivir felices
Todo lo que hacemos está dirigido de un modo más o menos directo a vivir felices. Tomamos decisiones más o menos conscientemente con la intención de vivir mejor. Pero a veces no obtenemos los resultados que esperamos y no entendemos muy bien porqué, probablemente nos falte información.
A veces nos cuesta invertir en nosotros mismos, a veces nos resulta más fácil dar ayuda que recibirla. Pedir ayuda no es fácil, pedir ayuda cuesta, supone admitir que somos vulnerables y ése es un paso que requiere de humildad, de realismo y de madurez. Estar dispuesto a cambiar y a mejorar algunas cosas de nosotros mismos no solo es un ataque a nuestro ego sino que es en sí mismo incómodo.
Muchas veces no resulta agradable salir de la zona de confort, revisando y cuestionando cómo uno o una está viviendo, pero es la mejor forma de vivir bien.
Qué ocurre cuando haces terapia
En mi caso, mi paso por la psicología empezó como cliente, luego como estudiante y pronto continuará como profesional.
Con 16 años decidí pedir ayuda. Yo, por aquel entonces al igual que muchos adolescentes de esa edad, no era capaz de gestionar mi vida de tal forma que ésta fuese satisfactoria, feliz y plena.
Sabía que lo adecuado para mí era tragarme mi orgullo, ser honesto conmigo mismo y recibir ayuda. Tuve la suerte de que este hecho me resultara evidente ya que vi como gente de mi entorno apostaba por sí misma y obtenía buenos resultados.
Superar las limitaciones
Todas las personas tenemos nuestras limitaciones autoimpuestas y probablemente no pensamos que se pueda aprender a superarlas, pero se puede.
La terapia es un proceso de aprendizaje de uno mismo, de comprensión y de autoconocimiento. Entenderte a ti para entender el mundo y para saber mejor cómo vivir en él.
Yo aprendí y sigo aprendiendo sin haberme arrepentido ni un solo día de la que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, porque no hay inversión más rentable que la que nos enriquece como personas.
Es un proceso de cambio curioso y paradójico porque cambiamos para llegar a ser nosotros mismos, nos desprendemos de nuestros bloqueos, contactamos con nuestro interior, dejamos de autocensurarnos y nos permitimos ser libres.
Si nosotros mejoramos, nuestro entorno mejora, nosotros hacemos la parte que nos corresponde y el mundo responde.
Desde mi propia experiencia como cliente puedo decir que en mi caso el proceso terapéutico en el que me embarqué años atrás me ha ayudado a entender cómo resolver lo que solo yo podía resolver, mediante el compromiso con mi proceso y sobre todo conmigo mismo.
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.