Efectos de la música en el desarrollo infantil

La música y la dopamina

Varios estudios demuestran que la música tiene diversos efectos en nuestras emociones y estados de ánimo a lo largo de nuestra vida.

Esto ocurre porque al escuchar música se libera dopamina, un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y del placer en nuestro cerebro. La dopamina explica por qué nos ponemos alegres, por ejemplo, cuando comemos algo que nos gusta mucho o cuando se produce el consumo de algunas drogas.

La música también puede llegar a producir aburrimiento, enfado, ansiedad o tristeza, pero también puede quitarlas.

La música nos influye desde el vientre materno

Una de las etapas en las que la música tiene mucha influencia, es nuestra niñez. Ya desde el vientre materno percibimos los sonidos externos de nuestros padres y hasta de la música. Respondemos ante estos sonidos moviéndonos y sintiéndonos más relajados o más activos dependiendo de si el sonido es más o menos grave.

Cuando nacemos el vínculo con nuestros padres se afianza gracias también a la música, mediante canciones de cuna o nanas ya que nos ayudan a estar más tranquilos y relajados.

Uso de la música en la educación infantil

La música se utiliza en nuestra educación desde muy temprana edad. Facilita nuestro aprendizaje de conceptos básicos como son los números, las letras o el vocabulario, aumentando nuestra capacidad de memoria, atención, concentración y nuestro lenguaje.

Además, estimula el desarrollo de nuestras conexiones neuronales, ayudando por tanto en casos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o de trastorno del espectro autista (TEA). Este desarrollo neuronal tiene muchos beneficios debido a que en algunas partes del cerebro existen menos conexiones neuronales.

La música también ayuda a expresarnos mediante nuestro cuerpo, como cuando bailamos, ayudando a desarrollar una buena coordinación, estimulando los sentidos, el equilibrio y el desarrollo muscular.

En la etapa educativa, la música es un factor importante para el desarrollo de nuestra creatividad y nuestra imaginación. Nos ayuda a desarrollar la resolución de problemas, razonando alternativas para adaptarnos y solucionar problemas diarios. Esto favorece que seamos más independientes desarrollando por tanto nuestra seguridad emocional, confianza y autoestima.

Finalmente, otro factor en el que influye la música es nuestra sociabilidad. La música nos permite interactuar con mayor facilidad tanto con los adultos como con nuestros iguales. Y nos ayuda así a crear grupos y una manera más fácil de comunicarnos entre nosotros.

En conclusión, la música es un factor esencial tanto para nuestro desarrollo como para nuestro aprendizaje. Gracias a la música adquirimos las herramientas necesarias para desarrollar nuestra autoestima, la sociabilidad o la resolución de problemas de nuestro día a día.