Contenidos
Cómo comunicarnos mejor durante el confinamiento: 11 Consejos para una comunicación eficaz
Hoy día estamos viviendo una situación bastante insólita y única. El confinamiento está provocando una serie de situaciones muy diferentes, dependiendo de las características de cada persona y de los distintos núcleos familiares que podemos encontrar.
Elementos de la comunicación
Un elemento clave para una correcta y óptima convivencia, es la comunicación. En toda comunicación entran en juego varios elementos:
- El emisor: Aquel que transmite la información. Puede ser una persona, un colectivo o incluso una máquina.
- El mensaje: La información que transmite el emisor.
- El código: Conjunto de signos con los que el emisor codifica el mensaje.
- El canal: El elemento por el que se transmite la información. Puede ser natural, por ejemplo, el aire o la luz; como técnico, por ejemplo, el ordenador, teléfono, radio, imprenta, etc.
- El contexto: Circunstancias que rodean el hecho o acto comunicativo. Son temporales, espaciales y socioculturales, y permiten comprender, o no, el mensaje.
- El receptor: Aquel que recibe la información, puede ser una persona, un colectivo o una máquina.
Como vemos, la comunicación no es tan fácil como parece, ya que influyen muchos aspectos que a veces no podemos o sabemos controlar. Y, claro está, no nos ponemos a desglosar todas estas cosas cuando queremos decir algo, ya que sería un tanto agotador. A todo ello, tenemos que añadirle que no siempre nos encontramos en el mismo momento emocional y que el mensaje puede llegar de muy diferentes formas. Las emociones, a veces, hacen que aquello que queremos transmitir pueda ser desde un gran regalo hasta una gran bomba arrojadiza.
Os traigo una serie de consejos para mejorar la comunicación con nuestro entorno y más en esta situación, en la que estamos obligados a compartir espacio las 24 horas del día con las mismas personas. Todo ello puede estar agravado, por ejemplo, si previamente había conflictos, existen problemas de pareja o si la convivencia es con adolescentes, que ya de por sí, están en una etapa compleja.
11 consejos que nos pueden ayudar
- Establecer rutinas. Es importante saber qué actividades, tareas y responsabilidades tiene cada miembro de la familia. Si estructuramos y organizamos bien las tareas, será mucho más fácil poder llevarlas a cabo sin malos entendidos. Hacer un calendario y tenerlo a la vista seguro que facilita aún más la convivencia.
- Avisar de posibles cambios. A veces las tareas cambian, se instauran otras obligaciones o formas de hacer según el momento y la situación. Por ello, es importante que los cambios sean trasmitidos con tiempo y bien explicados para poder abordarlos de la mejor manera.
- Hablar en momentos de calma. Muchas veces intentamos hablar con la otra persona en situaciones de estrés o enfado, lo cual no ayuda a la hora de llegar a conclusiones. La emoción que tengamos será un factor muy potente que puede nublar el objetivo que queremos conseguir: la solución del problema. Por ello, es mejor intentar resolver los problemas cuando no estamos muy activados y esperar a que nuestro enfado o estrés disminuya.
- Establecer una palabra segura. Hablar en momentos de calma está genial, pero a veces, estamos en plena discusión y es complicado calmarse, por ello, es recomendable tener un palabra de seguridad que implique parar y que se pueda usar para cortar la discusión. Es importante haberla elegido con anterioridad, teniendo muy presente que es una palabra de ayuda y respeto. No sirve para la omisión del problema o como método de huida: la palabra debe ayudar a calmarnos por separado y abordar el tema con calma posteriormente.
- Tener lugares para el retiro. Cuando aparezcan estos conflictos, es importante poder establecer momentos de reflexión para cada persona. El enfado, la molestia, la ira, etc., no es algo que desaparezca en un momento. Poder estar solos para reflexionar acerca de cómo nos sentimos y de dónde viene esa emoción es una herramienta muy buena para poder abordar luego el problema desde otras perspectivas. Importante: respetar los tiempos de cada persona. No todo el mundo se calma al mismo tiempo, así pues, hay que dar el espacio necesario dependiendo de lo que cada uno necesite.
- Llegar a acuerdos. Para ello, lo mejor es utilizar el esquema ganar-ganar. Normalmente nos tomamos las discusiones como batallas en las que uno gana y otro pierde, aunque a la larga, todos pierden porque las emociones de culpa, resentimiento o enfado afloran antes o después. Para ello, lo mejor es intentar que las partes implicadas ganen algo con el acuerdo y sea consensuado.
- Tener una comunicación bidireccional y reflexiva. Para poder llegar a acuerdos, la comunicación tiene que ir en dos sentidos: no se trata de hacer un monólogo o querer que nos escuchen y no escuchar. Para ello es importante tener una escucha activa, siendo consciente de que la persona que tenemos delante también tiene sus necesidades, además de sus obligaciones.
- Establecer asambleas o tiempos de reunión. A veces ayuda mucho poder disponer de momentos pautados para exponer dudas, problemas e inquietudes. Estos tiempos tienen que ser para acoger emociones e intentar no juzgar, siendo esencial poder comprender y gestionar lo que se expone. Si conseguimos esos momentos de confianza, la comunicación será más fluida y profunda.
- Establecer consecuencias. Como es lógico, la consecución de objetivos conlleva bienestar. No obstante, si no se cumplen los compromisos conllevará consecuencias que tendrán que ser previamente establecidas.
- Desarrollar la motivación. A veces la motivación es algo que no surge solo, necesita un pequeño empujón para nutrirse y aumentar. Es fundamental poder reforzar los pequeños logros que ayuden en la comunicación y la convivencia en general.
- Prepararnos para el error. Como bien sabemos, las cosas no salen casi nunca a la primera, por ello, es importante saber que es posible que fallemos en el establecimiento de nuevas herramientas para la comunicación. Veamos el error como un aprendizaje, para reubicar y modificar aquello que no salió bien.
Trabajar la comunicación a partir de estos consejos, nos llevará a un mejor entendimiento de los demás y de uno mismo.
[…] asertividad es la habilidad de poder comunicarnos de una manera respetuosa con los demás mientras que manifestamos cómo nos sentimos y defendemos nuestros intereses o […]