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Cómo afecta tu diálogo interno a tu autoestima
¿Sabes qué es el diálogo interno?
El auto dialogo, o diálogo interno, son todas esas conversaciones que mantenemos con nosotros mismos. Este diálogo influirá en nuestras emociones y decisiones. Por eso, si tu auto dialogo es negativo promueves en ti emociones negativas.
“No valgo para nada”, “no voy a conseguirlo”, “he fallado otra vez”, “no soy suficientemente buena”, “soy feo y ridículo”, “estoy muy nerviosa y lo van a notar”, …
¿Te suena? Las palabras desagradables que nos repetimos una y otra vez, no nos dejan avanzar. Invalidan nuestras capacidades y nos llevan a sentirnos inútiles y culpables, disminuyen nuestra confianza y distorsionan nuestra imagen. Por eso, el lenguaje con el que nos dirigimos a nosotros mismos impacta directamente en nuestra autoestima.
Autoestima, ¿qué es eso?
La autoestima, contrario a lo que se suele creer, no es una evaluación positiva de nosotros. Cuando hablamos de autoestima, hacemos referencia a observarnos a nosotros mismos y aceptarnos tal cual somos. Por supuesto, la evaluación que hagamos también dependerá de muchas circunstancias y situaciones. Por tanto, puede cambiar.
Con una buena autoestima nos sentiremos más satisfechos con nosotros mismos y las personas que nos rodean. Podremos defendernos de cualquier situación respetando nuestros derechos. Y hará crecer en nosotros la confianza necesaria para afrontar los desafíos de la vida.
El dialogo interno negativo como enemigo de la autoestima
Es posible que en algún momento, cuando te hayas mirado al espejo te haya costado sonreír; que no te haya gustado lo que has visto. Y sin aviso, se puede llegar a instalar un sentimiento demoledor en nuestro interior.
Podemos llegar a ser muy duros con nosotros mismos cuando nos descubrimos otro defecto, otra carencia, algo nuevo que no nos gusta. Y solo nos queda encerrar esa verdad tan dura de tragar en nosotros, que acaba transformándose en una lucha interna entre la autoestima y el auto dialogo.
La parte más complicada puede aparecer cuando comparamos cualquier aspecto de nosotros con el del resto. Esto nos provoca una enorme carga de dolor emocional. Y nuestro autor dialogo interno empieza a perder la fe en nosotros mismos, haciéndonos dudar de nuestro potencial. Y sentimos que no nos quedan ganas. Pero por si fuera poco, y aun estando en ese estado de derrotada interna, nos criticamos aún más a nosotros mismos: “soy inútil”, “siempre seré un perdedor”. Y estas nuevas palabras, hunden aún más la poca autoestima que nos quedaba. Como vemos, esto funciona como un círculo vicioso del que tenemos que encontrar la manera de salir.
Aunque consigamos pequeños logros, lo que consideramos “suficientemente bueno” nunca parece que lo alcanzamos, y de aquí nace esta crítica. Este auto diálogo, cada vez más destructivo, es el que nos hace darnos cuenta de que nuestra autoestima peligra.
¿Cómo puedo cambiar mi auto diálogo para mejorar mi autoestima?
Lo primero, y espero que a lo largo de este artículo hayas podido serlo, es ser consciente de este diálogo. De este modo podremos cuestionarlo y poner en duda si nos está sirviendo para algo positivo.
Cuando nos demos cuenta de la poca valía del auto diálogo negativo que arrastrábamos, podremos cambiarlo por palabras más amables y compasivas. La compasión hacia nosotros mismos es ser conscientes de la importancia de nuestros problemas y atenderlos. Nos ayudará a tomar conciencia de la importancia de nuestro propio sufrimiento, y a tomar una actitud proactiva para enfrentar la situación.
Puedes pensar, por ejemplo, en: “¿cómo le diría esto a una persona que es muy importante en mi vida?” Y repetiremos esas nuevas palabras de apreciación, para intentar que no se nos vuelva a escapar nada malo hacia nosotros.
Es normal que al principio nos cueste modificar ese auto diálogo tan negativo, pero con la práctica conseguiremos cambios importantes en la manera de relacionarnos con nosotros mismos. Y de esta manera, notaremos cómo nuestra autoestima va cambiando.
En definitiva, dejar de juzgarnos y de evaluarnos. Aceptarnos con amabilidad y generosidad, sin exigencias. Tratarnos como trataríamos a un buen amigo, o incluso a un desconocido: con amabilidad, cariño y respeto. Y así, podremos mejorar nuestra autoestima.
“No hay casi nadie a quien tratemos tan mal como a nosotros mismos” Kristin Neff
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