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5 cosas de las que te arrepentirás antes de morir…a menos que decidas empezar a cambiar desde hoy
Párate a leer esto porque te aseguro que hay cosas de las que te arrepentirás antes de morir. Vivimos muchas veces en piloto automático. Seguimos las normas de algún libro no escrito que dirigen nuestra conducta. Y, un día, espero que muy lejano, nos encontramos al final de nuestro andar por este mundo. E, inevitablemente, ese día haremos balance de lo que ha sido nuestro paso por aquí.
Bronnie Ware, en su libro «Los cinco mandamientos para tener una vida plena» escribe sobre los remordimientos que las personas sienten cuando se encuentran en los últimos momentos de sus vidas. Nos cuenta las cinco cosas de las que las personas se arrepienten en su lecho de muerte…
Podemos asumir que somos afortunados de tener hoy, a nuestro alcance, el conocimiento de esas cinco cosas para poder iniciar los cambios necesarios sin tener que llegar al momento en el que ya no hay marcha atrás.
5 cosas de las que te arrepentirás si no cambias
1. De no haber sido fiel a ti mismo
Según la autora, el mayor arrepentimiento de las personas en sus últimos momentos de vida es el de no haber tenido el coraje de vivir siendo fieles a sí mismos. Por miedo a no encajar, por querer hacer lo que se suponía se esperaba de ellas, o por no defraudar a otros. Lo cierto es que muchas personas se dolían de no haber sabido llevar a cabo sus planes, de abandonar sus metas.
No esperes a que ya no haya tiempo para cambiar. Enfócate en vivir la vida de la manera que tenga significado para ti. Que te llene y te haga sentir el mayor bienestar posible.
No renuncies a tus sueños por encajar en los sueños de otra persona.
2. De haber trabajado tan duro
Queremos lo mejor para los nuestros, y eso nos lleva a renunciar a muchos momentos de estar con ellos para darles lo mejor ¿Te das cuenta? ¿Qué es lo mejor que puedes darles? Sin duda, a ti.
Al final de sus vidas, quienes se empeñaron en trabajar duro y se olvidaron de lo realmente importarte, se dieron cuenta del tiempo perdido sin estar junto a los que más querían y que ya no tenían vuelta atrás. Tantos cumpleaños, tantas fiestas escolares, tantas actividades en familia sin su presencia…
Haz un repaso a tus prioridades. Si están en el orden correcto, ¡enhorabuena! Pero si te das cuenta de que hay lugar para el cambio, hazlo ahora. No lo dejes para más adelante.
3. De no haber tenido el coraje de expresar tus sentimientos
Si eres de esas personas que callas lo que sientes para evitar conflictos, deja de hacerlo. El daño que te haces a ti y a tus relaciones es infinitamente peor que cualquier conflicto nacido de la discrepancia de opinión. A veces callamos por temor al rechazo, porque nos repetimos que nos da igual… Si eres tan adaptable que todo te da igual y no tienes preferencias, es posible que lleves demasiado tiempo amoldándote a lo que sienten los demás y hayas dejado de expresar cómo te sientes. Si niegas tus sentimientos o los adaptas siempre a lo que sienten los demás, te estás privando de la esencia misma de vivir
Al negar tus sentimientos, te estás privando de la esencia misma de vivir.
Aunque hay emociones que rechazamos porque nos hacen sentir mal, si han llegado hasta nuestros días en el proceso evolutivo, no dudes de que es porque siguen siendo imprescindibles. No puedes cambiar las reacciones de los demás a lo que sientes, pero puedes aprender a aceptar que sus reacciones son la expresión de sus propios sentimientos.
4. De no haber estado más con tus amigos
«De todas las cosas que la sabiduría provee para hacernos completamente felices, la mayor es la posesión de la amistad» -Epícuro
Las obligaciones con las que nos vamos cargando a medida que crecemos y vamos asumiendo más responsabilidades en la vida, hacen que llegue un día en que dejamos el tiempo para amistad en un segundo plano. No es que no queramos estar con nuestros amigos, es que, sencillamente, no nos da la vida para más… O eso creemos.
Bronnie Ware escribe en su libro que, muchas personas se arrepienten terriblemente de no haber sacado tiempo para mantener las amistades verdaderas de la infancia y la juventud. Mantener vivos los lazos de cariño y amistad implica un «esfuerzo». Implica repensar el orden de nuestras prioridades en la vida.
Si de algo me siento halagada y orgullosa en mi vida es de seguir siendo amiga de mis amigas de los tiempos del colegio. Han pasado los años, hemos cambiado (y mucho), pero en la esencia seguimos siendo las mismas, atesorando los momentos disfrutados y creando momentos nuevos cada vez que volvemos a encontrarnos.
5. De no haberte dejado ser más feliz
De todas, ésta es la mejor elección que puedes hacer. Decide ser feliz. Es una elección. La felicidad no es algo que se encuentra al final del camino. No es algo que un día aparece en tu vida. Es una opción de vida.
Cuando te enfrentes al momento final, poco te importará lo que puedan pensar los demás. Te importará mirar atrás y sentir la satisfacción de haber elegido felicidad en tantas ocasiones en las que podrías haber elegido sufrimiento y amargura. Vivir significa que vas a encontrarte con muchas situaciones dolorosas.
«El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional (Buda)»
Es el momento de elegir felicidad. No lo dejes para cuando ya no tengas la posibilidad de decidir.
Y también es el momento de que nos cuentes qué te ha parecido y de que, si te ha gustado, nos ayudes a hecerlo llegar a más personas… ahora que aún tenemos tiempo ;)
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